Hola chic@s¡¡
Parece que el verano no va a llegar nunca, pero en algunos sitios ya empieza el solecito y el buen tiempo. Así que nuestra piel se enfrenta a un nuevo reto: disfrutar del buen tiempo con tranquilidad¡ Para ello os voy a contar los pasos que sigo:
1. Exfoliación:
La piel ha estado un montón de tiempo bajo capas de ropa y ahora lo que necesita es quitarse todas esas escamitas y renovarse¡
Para ello utilizo el exfoliante de Rituals, con el cual estoy encantada ya que además de exfoliar también hidrata y me deja la piel súper suave. Aunque si no queréis gastaros ni un duro también podéis hacer un exfoliante natural a base de aceite corporal y azúcar (también podéis añadir un poco de sal pero no os lo recomiendo si tenéis la piel seca). No tiene ninguna dificultad, simplemente a una tacita de aceite corporal añadís tres cucharadas soperas de azúcar y en el caso de que queráis añadir sal una cucharada sopera de sal. La sal y el azúcar se quedarán abajo, así que cuando estéis en la ducha lo removéis bien y cogéis un puñadito.
Mi ritual es meterme a la ducha y con la piel mojada ir aplicando producto en las zonas donde quiero realizar la exfoliación, con movimientos enérgicos y circulares. Sobre todo hago especial hincapié en codos y talones.
2.Hidratación:
A veces no pensamos lo importante que es la hidratación para nuestra piel, pero yo siempre me imagino una hoja. Cuando una hoja esta seca se quiebra y parte con facilidad, mientras que cuando esta verde y nutrida es muchísimo más flexible.
Hace un tiempo os enseñé algunos de los productos que utilizo para la hidratación corporal (aquí), pero aún así os dejo un truquito más: hidratarnos antes de ir a dormir¡ Muchas lo haréis con vuestro rostro y es que oir la noche la piel se renueva e hidratándola potenciamos ese efecto. Por eso yo os propongo hacer lo mismo con vuestra piel corporal.
Además en este paso podéis utilizar cosméticos solares que además de hidratar refuerzan la capacidad de la piel para responder a la agresión solar y aceleran el bronceado.
3. Protección solar
No suelo utilizar protección solar si no voy a ir a la playa o la piscina, pero si lo haces tu piel te lo agradecerá. Me di cuenta de esto cuando una amiga que es muy blanquita de piel me contó la cantidad de cosas que tenía que hacer para no quemarse.
La crema solar en el bolso es indispensable para ella, incluso lleva además un roll-on específico para el rostro y durante el día se lo va aplicando en las zonas más conflictivas. Además de esto, cuando empieza la época de sol intenta no exponerse mucho tiempo y el año pasado probó a tomar pastillas con antioxidantes que no sólo potencian el bronceado sino que también te ayudan a reducir el riesgo de que aparezcan manchas y arrugas.
Evidentemente no todo el mundo es igual, mi amiga toma tantas precauciones para evitar las quemaduras. Pero realmente aunque en nuestra piel, por ser más morenitas, no veamos quemaduras o manchitas no significa que la exposición al sol no haya tenido consecuencias. Así que... Protección Solar Power¡¡
¿Vosotros seguís algún ritual? ¿Mucha gente acude al solarium, que os parece esta práctica? ¿Y los autobronceadores?